sábado, 6 de setembro de 2014

Cuando el remedio hace daño.


No es ninguna novedad que no nos debemos automedicar. Tampoco es nuevo que no debemos medicar a los bebés y niños. Pero en la práctica de todos los días, esto es moneda corriente.
Desde muy chiquititos, apenas días de vida, los niños son sometidos a medicaciones que no son efectivas, que en la mayoría de los casos son inútiles y que en varias oportunidades son peligrosas, o aún mortales. Medicamentos varios y tecitos de "yuyos" son enemigos en potencia, aunque parezcan una solución a alguna inquietud de los padres.

Cuales son las más frecuentes? depende de la edad.

En los recién nacidos, la simeticona (Factor AG) se lleva el primer lugar, seguido por los tecitos de yuyos varios (manzanilla, paico, anís estrellado).Se suelen dar por indicación de una vecina o una abuela (a veces, también un farmacéutico...) ante un bebé que llora mucho, asumiendo cólicos. Los tes, son EXTREMADAMENTE PELIGROSOS! Pueden provocar alteraciones hidroelectrolíticas severas, hasta convulsiones y trastornos neurológicos. La simeticona no es efectiva para los cólicos del lactante, y produce constipación.
(...)
Los niños más grandes suelen ser automedicados con jarabes para la tos, antieméticos (para que no vomiten), anti diarreicos y, por supuesto, antibióticos.
(...)

Resumiendo, el padre o cuidador que automedica a sus niños los está exponiendo a un grave riesgo, muchas veces de vida. Los niños no son adultos pequeños y no reaccionan igual ante la misma medicación. Tienen otra manera de procesar los fármacos y de eliminarlos, las dosis son completamente diferentes y los intervalos de tiempo entre cada dosis también varia según la edad.

Nenhum comentário:

Postar um comentário