Al hacer la llamada:
Mencione el nombre de a quién o a quiénes se ha querido llamar, después “buenos días” y luego presentarse “Soy, fulano”. No preguntar: ¿Con quién hablo? Para no tener que escuchar: “A Vd. que le importa”, o “Dígalo Vd. que es el que ha llamado”. Lo primero es verificar, con quién se está hablando, saludar y después identificarse. La primera impresión es la que cuenta y nada más hay una oportunidad para ello.
Al responder la llamada:
Si fuera posible, intente contestar a la primera llamada o cuanto antes. Responda con un educado: ¡Hola!, ¡Diga!, ¡Dígame! o similar. Sea quien sea el que llama. Si en la comunidad o en el trabajo hay otras normas, deberá cumplirlas: Diciendo el nombre propio, el de la empresa o las frases de respuestas normalizadas.
Al despedirse:
También hay una sencilla etiqueta, que debe seguirse en función de la costumbre o de las reglas profesionales. Nunca despedirse cortando sin más la comunicación. No se olvide que lo que haga Vd. hoy, con quien le llama, mañana le tocará a Vd. llamar y no le gustará que corten la conversación, sin más.
Si está muy ocupado, en otras cosas o hablando algo muy importante por teléfono, no le importe dedicar 30 segundos de cortesía y decírselo a quien le llame, añadiendo la promesa de devolver la llamada lo más pronto posible. Pero no debe cortar la comunicación, con el qué está hablando, hoy en día, es muy fácil con los servicios que ofrecen la mayoría de las empresas suministradoras, tomar la segunda línea. No se olvide que no debe dejar empantanado al que le esté hablando, para empezar a hablar con quién le llama. El sabio dicho de “el primero que llega, es el primero en servirse”debe utilizarlo en la etiqueta del uso del teléfono.

Nenhum comentário:
Postar um comentário