quinta-feira, 28 de agosto de 2014

Automedicación responsable.


La charla del pasado día 26 de febrero trató una  temática que nos parece fundamental, y que siempre os insitimos desde la farmacia al dispensaros cualquier medicamento: la Dra. Rosa Esteve nos habló sobre cómo automedicarnos de forma responsable. Esta automedicación consciente e informada es importantísima para que los medicamentos que nos tomemos desplieguen sus efectos curativos.
Todos sabéis que para que desde  la farmacia os podamos vender ciertos tipos de medicamentos es necesario que previamente un médico o profesional sanitario os haya visitado y prescrito el medicamento en consulta.  Ahora bien, es cierto que dependiendo de la enfermedad, y de la edad del enfermo, un mismo puede determinar una autocura.  Los ejemplos os parecerán muy lógicos: diarrea, tos, dolor de cabeza, etc.  Son dolencias más o menos comunes, que al haberlas experimentado más de una vez, ya sabéis qué hacer para paliar los efectos y restablecer un estado saludable.
¿Cómo se diferencia la autocura de la automedicación responsable?  Muy sencillo: la automedicación responsable es aquella en la que no sólo tomamos la medicación según prescripción médica, sino que tenemos en cuenta qué medicación puede contravenir o anular los efectos de esta medicación concreta. Ponemos un ejemplo, los enfermos que toman Simtron saben que no pueden tomar aspirina, pero sí Paracetamol si tienen episodios de dolor. Cómo veis, todos debemos tomar conciencia de las características de nuestra enfermedad crónica, de qué tomamos para encontrarnos mejor...y de aquello que el médico nos ha desaconsejado, si no queremos interferir en los efectos de la medicación que nos tomamos para una enfermedad concreta.  Conocer la naturaleza de la medicación que se nos ha prescrito es absolutamente necesario: pensad en cuán peligroso puede ser un medicamento si desconocemos las contraindicaciones o potenciaciones que un medicamento puede causarnos si los combinamos con otros que son de la misma familia. Efectos secundarios como la somnolencia son muy comunes en los antialérgicos, antidepresivos y ansiolíticos, por ejemplo.
También hay que tener en cuenta que a menudo nuestro organismo genera una dependencia a una medicación, o a hierbas, si lo consumimos de manera reiterada.

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